Una merecida victoria

Una merecida victoria

El resultado de las elecciones es la retribución democrática al trabajo serio, comprometido, coherente y convencido de Iván Duque, un hombre que durante más de dos años estuvo construyendo su candidatura presidencial.

He acompañado al candidato uribista desde el mismo instante en que manifestó su aspiración presidencial. Consideré que él es la persona que necesita nuestro país, por su seriedad, pero sobre todo por su altísima capacidad de gestión. Quienes hemos trabajado con él en el Congreso de la República, sabemos de su talante y profesionalismo. 

Cuando se trabaja con disciplina y convicción, el resultado es favorable. Iván Duque lo demostró en la primera vuelta. Hizo una campaña muy intensa, en la que no cayó en las trampas de sus rivales ni dejó que los improperios, insultos y calumnias lo desconcentraran. 

La de Iván Duque es una victoria merecidísima. Los colombianos tendremos en él un presidente capaz de reconducir a nuestro país, luego de la debacle de Juan Manuel Santos. 

Es hora de que los colombianos tengamos a un gobernante responsable y riguroso, después de 8 años de corrupción, trampa, desgreño y entrega a la delincuencia organizada. 

Tenemos por delante un gran desafío. Serán 3 semanas muy intensas en las que los uribistas deberemos redoblar nuestros esfuerzos para imponernos ante Gustavo Petro. 

Esta será una contienda entre la izquierda retardataria, antidemocrática y amenazante y el candidato de la libertad, la democracia y el progreso. Los colombianos deberemos emplearnos a fondo en esta campaña que comienza hoy mismo. Conseguir nuevos votos y atraer a los compatriotas que no votaron por Duque en la primera vuelta. 

No podemos permitir que el país caiga en el hoyo incierto del populismo extremista de Petro. Colombia aún está tiempo de evitar una repetición de la tragedia venezolana en su territorio. Basta con mirar a los ciudadanos de ese país que buscan refugio en el nuestro, sobreviviendo de forma precaria, luego de haber abandonado a sus familias y sus pocos bienes y enseres, todo para huir de la tiranía de Nicolás Maduro. 

No podemos correr riesgos. Iván Duque y Marta Lucía Ramírez integran una fórmula idónea y profesional. Ellos son los indicados para trazar las líneas necesarias para la recuperación de nuestra economía y la confianza inversionista, perdidas durante la accidentada presidencia de Juan Manuel Santos. 

Mi invitación es a que aprovechemos estos 21 días que nos separan de la segunda vuelta para hacer proselitismo. Todos, absolutamente todos debemos asumir la jefatura de debate de la candidatura de Iván Duque. Conseguir nuevos votos, explicar su programa de gobierno y transmitir sus propuestas. 

En nuestras manos está el salvar a la democracia colombiana. Hoy, más que nunca, tenemos que estar a la altura de las circunstancias, cumpliendo con nuestro deber desbordados de amor por nuestra patria.

@MargaritaRepo

Publicado: mayo 28 de 2018 

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