Andrés Saavedra: Todo del bolsillo de los contribuyentes

Parafraseando a la dama de hierro, encontramos que no existe dinero público, no existe un dinero que aparece por obra y gracia en las arcas del Estado. No. Lo que sí existe es el dinero de todos nosotros, el suyo y el mío, es decir, el dinero de los contribuyentes que a diario pagamos impuestos directa o indirectamente.

Que el Estado recaude nuestros impuestos no es problema, ni más faltaba. El problema radica cuando se le da un mal uso a ese dinero. Por ejemplo cuando se despilfarra. O cuando va a parar a las cuentas de unos bellacos, como los ñoños que existen a lo ancho y largo del país. O como cuando se usa para rodear de lujos y privilegios a criminales de lesa humanidad. O como cuando se tira a la basura cierta cantidad considerable de dinero para satisfacer los caprichos internos de determinado partido. Ese sí es problema.

Ese tipo de malos usos son los que generan repudio en toda la ciudadanía, ya que enfurece saber que lo que debería ir para salud, vivienda, educación, deporte y en fin, tantas necesidades que tiene nuestro país, termina en la basura.

Recordemos algunos casos lamentables en donde el dinero aportado por todos los colombianos de bien terminó complaciendo las vanidades o caprichos de algunos pocos en este país: 600 millones costaron las cortinas para la Casa de Nariño. 15 millones por unas almendras. 1.700 millones por una página web con contenidos del proceso entre Farc-Santos. 2.3 billones de pesos en publicidad del gobierno nacional. 40 mil millones en una consulta interna del partido Liberal. Más de 18 mil millones de pesos en vuelos chárter para la delegación del gobierno y los cabecillas de Farc. Solo en 2015 y 2016 se gastaron más de 117 mil millones de pesos en el proceso de «paz” con Farc. Se aumentó la nómina del gobierno en un 23 % en los últimos años. La Cumbre de las Américas realizada en 2012 en nuestro país tuvo un costo de 62 mil millones de pesos, a sabiendas que pudo haber salido mucho más económica. Y más de 3 mil millones en reposición de votos para De la Calle y Cristo, los de la consulta liberal.

Esos son poquitos los hechos de derroche que han ocurrido en los últimos años en nuestra querida Colombia, pero que sin duda generan escozor en la opinión pública. No se puede jugar con el dinero público de esa manera tan baja. Cada día perdemos más poder adquisitivo, nuestra economía va de para atrás y no se avizora una luz de esperanza y abrigo por el momento. El gobierno no parece entender el pésimo manejo dado a la economía y al presupuesto general de la nación. Necesitamos cambiar el rumbo, estamos cansados, no aguantamos más, solo polvo sale de nuestros bolsillos ya. Esta situación no puede resultar indiferente puesto que todos la estamos padeciendo, sin distingo alguno. Es hora de reaccionar.

@AndresSaavedra_

Publicado: noviembre 23 de 2017