Tenemos que cambiar

Nunca antes en la historia del país se había vuelto tan relevante en una campaña política la lucha contra la corrupción, y es que definitivamente nos está carcomiendo por todas partes, en el sector público como en el privado, esta se ha convertido en una forma de vida de muchos.

Aunque esta lucha  es un anhelo común de todos los colombianos, la manera de combatirla es diametralmente distinta, yo personalmente pienso que con mas leyes o haciendo una consulta no se logra nada, es mas podría fomentarse ya que estamos acostumbrados a que hecha la ley, hecha la trampa, lo que necesitamos es un cambio de mentalidad y de forma de actuar todos los colombianos.

La corrupción no es solamente la apropiación indebida de recursos públicos, va mucho mas lejos, y lo triste es que muchos de los que dicen luchar frente a ella actúan diferente, nuestra misma sociedad  la alaba cuando hablamos y nos ufanamos de nuestra “malicia indígena” o de nuestra viveza. Como podemos combatir la corrupción cuando no respetamos las mínimas normas de vida en sociedad, nos parqueamos donde está prohibido, hacemos doble fila para cruzar, compramos discos piratas, aceptamos que nos vendan mercancías sin factura, y además hacemos esto frente a nuestros hijos, ¿Qué clase de educación o ejemplo les estamos dando?

Tan malo es el que peca por la paga como el que paga por pecar, solemos hablar muy mal de nuestros empleados públicos y se nos olvida que el sector privado es muchas veces el cohonestador de la corrupción, como también lo somos los que nos callamos y permitimos que lo sigan haciendo, debería haber una línea anticorrupción donde se puedan poner las denuncias sin poner en riesgo su integridad y la de la familia.

Los entes de control dejaron de ser operantes, tanto la Procuraduría como la Contraloría son paquidérmicos, entidades que no han evolucionado en sus metodologías y no tienen las herramientas y dientes para actuar, en cambio los bandidos son cada vez mas creativos, y por ser tan lucrativa la corrupción, tienen para invertir recursos en mejorar las malas prácticas.

Necesitamos cambiar como sociedad, el cambio del modelo educativo es fundamental para lograr ese cambio, devolver al pensum escolar  la cívica y la ética es un buen principio aunque lo mas importante es el ejemplo que todos y cada uno de nosotros debemos dar a la sociedad, respetar las leyes, las normas, y tener una conducta ejemplar.

Esperemos que el gobierno entrante cambie las costumbres políticas que también son fuente de corrupción, una buena reforma electoral que acabe con el voto preferente mejoraría las prácticas de financiación de las campañas que son el modo como los contratistas terminan comprando congresistas y manejándolos a su antojo. Los cupos indicativos, que en la práctica son auxilios parlamentarios disfrazados deben acabarse ya que son la fuente de contratos a dedo y la forma como el gobierno de turno compra apoyos parlamentarios.

Estoy convencido que podemos hacer el cambio, de hecho, los colombianos son muy respetuosos de las normas cuando viajan al exterior, eso quiere decir que se puede, y es acá donde no lo hacen.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: julio 16 de 2018