Superservicios confirma: agua de la banda Caicedo es veneno

Superservicios confirma: agua de la banda Caicedo es veneno

¡La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios fue contundente! De milagro, los habitantes de Santa Marta no hemos muerto por culpa de la inmundicia de agua que suministra la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta -Essmar S.A. E.S.P.- que controla Carlos Caicedo, el jefe de la banda Caicedo.

Aunque con su informe la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios cierra el proceso de vigilancia especial a la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta deja claro que el resultado es insatisfactorio sobre las condiciones de prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado, y la situación financiera de la empresa.

Una década después de estar sometida políticamente a los caprichos del jefe de la Banda Caicedo, Carlos Caicedo; la Essmar S.A. E.S.P., arrastra una situación técnica, operativa y financiera que claramente muestra una condición alarmante y al borde del colapso.

Desde esta tribuna de opinión lo habíamos dicho muchas veces: la cobertura y calidad del servicio presentan abismales falencias, la empresa sigue registrando multimillonarias pérdidas financieras y, en general, está en una situación que la tiene muy cerca de la destrucción.

A pesar de darse golpes en el pecho como defensores del medio ambiente, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios demostró que la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta ha depredado las fuentes superficiales al sobreexplotar caudales superiores a los permitidos.

Cloro residual, turbiedad, bacterias y minerales son algunos de los elementos que la Superserviciosevidenció en 190 muestras tomadas entre octubre y diciembre de 2019 y que repitió a lo largo de ocho meses de 2020. Durante ese tiempo, la Essmar no le dio agua a los samarios sino veneno.

También demostró la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que Carlos Caicedo, el jefe de la Banda Caicedo; está llevando a la quiebra a la Essmar. Su déficit mensual de caja es de $2.100 millones mensuales y su recaudo apenas alcanza un incompetente 81 %.

Esta historia de terror no termina aquí. Paralelo a la vigilancia especial que cerró, la Superintendencia indaga tres procesos: por deficiencias en la calidad del agua, por tarifas aplicadas durante la emergencia por COVID-19 y por fallas en los planes de contingencia y emergencia. ¡Apaga y vámonos!

@LuisMiguelCotes

Publicado: agosto 5 de 2021

2 comentarios

Los comentarios están cerrados.