Ana María Abello: Señores Fiscalía, ¿y la Springer?

Ana María Abello: Señores Fiscalía, ¿y la Springer?

Hace dos años, las redes sociales y unos pocos medios tradicionales de comunicación encendieron sus alarmas cuando se descubrió que la periodista Natalia García Lizarazo, más conocida como Natalia Springer, había sido favorecida con un jugoso contrato por valor de 1.400 millones de pesos con el municipio de Valledupar. La razón del escándalo fue que ni los mismos valduparenses podían concebir que la alcaldía, encabezada por Fredys Socarrás Reales,  se malgastara esa millonada en una Escuela Vallenata para la Paz,  que durante unos días invitaría como conferencistas a personalidades de talla mundial tales como: Arun Manilal Gandhi, nieto de Mahatma, Simón Gaviria, hijo de Cesar, Roy Barreras, hijo de …, el cuestionado exjuez español Baltazar Garzón, el infame exfiscal Eduardo Montealegre, y  Leonardo Boff, asesor del Papa Francisco y teólogo brasilero especializado en la Teoría de la Liberación, teoría que, por cierto,  fue cuestionada por el Vaticano en los años 80 por manejar conceptos abiertamente marxistas.

En mayo de este año, la Procuraduría le abrió pliego de cargos al alcalde Socarrás y a algunos de sus colaboradores por aparentes irregularidades en la celebración de este contrato con la firma Springer Von Schwarzenberger Consulting Services SAS.  Algunas de las irregularidades consistieron en que la empresa de la Springer fue certificada como idónea cuando en realidad no lo era y en que no se agotó el procedimiento previo para la selección del contratista, lo cual condujo a la suscripción directa del contrato.

En esta feria de irregularidades también hay, como no podía ser de otra manera, participación de Natalia Springer, ya que, para poder acreditarse como experta, mintió en su hoja de vida incluyendo un diploma que la acredita como especialista en resolución de conflictos de la Universidad de Uppsala en Suecia, a pesar de que esta especialización no existe en dicho claustro académico. Además, la evidentemente embaucadora Springer reportó que habían asistido casi dos mil personas, cosa que resultó falsa, pues revisada la lista de asistentes se encontró que 845 personas se habían registrado de dos a cinco veces.

Como si todo esto no fuera grave, el noticiero Red Más descubrió que en la adjudicación del contrato se había presentado otro oferente: Bimedia Studio, que presentó una cotización por 1.939 millones de pesos, es decir, 539 millones por encima de la propuesta de la señora Springer. Como es natural, la alcaldía de Valledupar “seleccionó” la propuesta más barata. Lo extraño fue que Oscar Pérez, propietario de la empresa oferente, radicada en Neiva, afirmó jamás haber presentado una cotización a la alcaldía, no conocer de los temas de paz, e inclusive ni siquiera conocer la ciudad de Valledupar. Resulta que además la cotización que hicieron llegar a la alcaldía para hacer ver mejor la propuesta de la Springer tiene una firma falsa de Pérez.

A estas verdaderas perlas en materia de corrupción agreguemos algo sobre uno de sus protagonistas y es que, a pesar de tener siete procesos activos en la Procuraduría, al ex alcalde Socarrás, íntimo amigo del Contralor Edgardo Maya Villazón, lo premiaron nombrándolo Viceministro de Trabajo y Pensiones el 3 de agosto de este año.

Es tal la corrupción en este país que las descaradas travesuras de la Springer y su compinche Montealegre empezaban a ser olvidadas antes de que Red Mas noticias revelara la falsedad que aquí ventilamos. Recuérdese que Montealegre y Natalia Springer estaban ordeñando al Estado. La Fiscalía la contrató para hacer un análisis para determinar el impacto de los atentados del ELN contra la infraestructura petrolera de Colombia, a pesar de que esa información ya estaba disponible públicamente gracias a un estudio de Ecopetrol, por cierto, mucho más completo porque no se limitaba únicamente a los atentados efectuados por el ELN.

Historias como estas se multiplican a lo largo del país todos los días y en casi todas aparece involucrado el gobierno o en todo caso algún alto cargo del sector oficial. Mientras tanto los colombianos pagamos religiosamente los tres puntos adicionales del IVA, que la mayoría oficialista del gobierno nos impuso alegando cínicamente la necesidad de tapar el hueco fiscal.

En el gobierno del “como nunca antes”, resulta, como no, que la corrupción campea como nunca antes, y de veras que no podemos sino pensar y desear que el 7 de agosto de 2018 llegue cuanto antes porque a este paso, el gobierno más corrupto y que más ha fomentado la corrupción en la historia del país no va a dejar ni la olla para raspar.

@ANIABELLO_R

Publicado: octubre 20 de 2017