Remando al revés

Remando al revés

Pareciera que los colombianos hubiéramos nacido para sufrir, para estar siempre en el precipicio, nada o muy poco como nación nos ha tocado fácil, desde la independencia hemos padecido divisiones, peleas y engaños, nacimos como país quebrados después de la independencia, por algo nos llamaron la patria boba. Hoy todavía no hemos podido superar ese apodo.

La semana pasada sucedió lo que sabíamos hace mucho tiempo iba a pasar: la calificadora Fitch Ratings rebajó la calificación de Colombia de BBB- a BB+, al ser la segunda calificadora que la rebaja hace que pasemos de ser riesgo de inversión a riesgo de especulación. Aunque las consecuencias de esto no se verán en el corto plazo, sí se espera que se suban los costos de los recursos que el país necesita anualmente. Afortunadamente la liquidez en la que siguen nadando los mercados mundiales hace que sigamos consiguiendo el fondeo.

Era absolutamente innecesario lo que hizo el arrogante ministro Carrasquilla con su reforma tributaria, independientemente de su aprobación o no, las calificadoras iban a degradarnos, la situación financiera del país necesita más esfuerzos tales como reducción del gasto, recomposición de la deuda, y por sobre todo la voluntad política de hacerlo bien, técnicamente no politiqueando.

Esta nueva reforma tributaria llamada 4.0 será hecha a la medida de la izquierda, a lo que quieren oír los que no saben qué pasa: más impuestos para las empresas, impuesto al patrimonio, y lo que se recoja se utilizará en parte para el aumento de subsidios; esto se hará sin haber revisado si los existentes funcionan o no. Cualquier impuesto que implique un mal mensaje para la inversión extranjera es catastrófico.

El fin de semana quedé bastante preocupado con la columna de Salomón Kalmanovitz acerca de los fondos de pensiones ya que independientemente de los problemas que tiene el sistema, de los conflictos de interés en las inversiones por ser los administradores de los grandes grupos económicos del país hay más de trescientos billones de pesos resguardados en estos vehículos. Estos recursos se habrían esfumado o ya el Estado se los hubiera gastado si no existieran los fondos privados. Adicionalmente es una falta de respeto decir que los «portafolio managers» o «trader» que administran estos recursos no están preparados ni han estudiado para hacer las cosas bien. Espero de verdad que las  propuestas económicas del eminente economista no hayan sido o sean hechas tan a la ligera como esta columna donde sin fundamento habla mal de unos muy buenos profesionales.

De otro lado, en el país se quiere volver al debate, si es que puede haber, de la emisión de papel moneda por parte del Banco de la República como mecanismo de reactivación económica y de dejar de depender de los mercados financieros para funcionar y conseguir recursos. Claramente es un exabrupto. Los países que lo han utilizado han devaluado su moneda fuertemente y generado altas inflaciones. Debemos recordar que la inflación es el impuesto mas oneroso para los pobres. Al final lo grave de esta teoría expuesta por el senador Petro es que existen otros congresistas que lo apoyan y hablan del tema sin el menor conocimiento, sería ideal que se acuerden del refrán “Zapatero a tus zapatos”.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: julio 12 de 2021

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