Que se abran las cartas

Que se abran las cartas

Una de las herramientas que han utilizado los encargados de promover la persecución contra el presidente Uribe ha sido la de la filtración amañada de pedazos del expediente que hay en contra de él en la corrupta y politizada corte suprema de justicia. 

A través del periodista de Noticias Uno, Guillermo Gómez, el magistrado de extrema izquierda santandereano Marco Antonio Rueda Soto, se está produciendo la más dañina y perversa filtración a la prensa para efectos de estimular los prejuzgamientos contra el doctor Uribe Vélez. 

Pero aquella no es la única violación flagrante a la reserva sumarial. El diario capitalino El Espectador, en su edición dominical analizó la situación del exmandatario colombiano y en el subtítulo del artículo se encuentra una afirmación sumamente grave: “El expediente de Uribe, conocido todo por este diario, está lleno de detalles”.

El país hasta ahora ha conocido las más de 1500 páginas del pronunciamiento del magistrado Reyes a través del que se dictó la absurda y contraevidente medida de aseguramiento en contra del presidente Uribe. 

Pero llama la atención que El Espectador, con toda tranquilidad diga que tiene “todo” el expediente.

Eso significa, que ese medio de comunicación -de rabioso antiuribismo liderado por el director del mismo, Fidel Cano- podrá publicar apartes descontextualizados con el fin miserable de confundir a la opinión pública.

Por eso, y teniendo en cuenta que el proceso contra el expresidente es absolutamente político, urge que, en aras de la transparencia, la corte suprema acceda a la legítima solicitud elevada en días pasados por el doctor Jaime Granados en el sentido de que el expediente sea público para que el país entero conozca la información que está sirviendo de sustento probatorio contra el presidente Uribe.

Que la corte suprema tenga un mínimo de vergüenza y dignidad. Sus magistrados, que se han prestado para participar en una empresa criminal contra el presidente Uribe, acepten destapar el expediente, ese mismo que han entregado a periodistas y políticos enemigos del investigado con fines claramente mezquinos.

Si las pruebas que los magistrados dicen tener son tan sólidas e incontrovertibles como ellos mismos cacarean, entonces que las muestren para que el país las conozca. 

El encubrimiento de las mismas y la filtración selectiva en vez de generar tranquilidad, estimulan la certeza que comparte buena parte de la opinión pública en el sentido de que el señor presidente Uribe es un perseguido político que se encuentra en condición de secuestrado por parte de la corte suprema.

Pongamos las cartas sobre la mesa. Un sector corrupto de la justicia quiere sacar a Uribe de la escena política valiéndose de un proceso penal ficticio. Quienes creen en la honorabilidad del político más importante de la historia reciente nacional demandan un juicio público. 

Así las cosas, que los oscuros magistrados de la sala de instrucción le pongan la cara a Colombia y digan si aceptan o no la oportuna y pertinente demanda del doctor Granados.

Así como fueron de “valientes” para ordenar el aseguramiento de un hombre inocente, que lo sean para mostrarle a la sociedad las evidencias que utilizaron para tomar esa brutal decisión.

@IrreverentesCol

Publicado: agosto 9 de 2020

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