Alicia Arango: ¡Por una campaña limpia!

No queda duda que el senador Iván Duque sobresale por sus debates, por estar enterado de los asuntos de país.

Empezando el año 2001, comencé con muchas ganas a trabajar en la campaña de Álvaro Uribe Vélez a la Presidencia, convencida que los planteamientos que le hacía al país eran los que Colombia necesitaba en un momento, en que estaba a punto de volverse un estado fallido, por la guerrilla, los paramilitares, la corrupción, el narcotráfico, la economía, el desempleo y otras variables. 

Tenía en ese momento una favorabilidad del 3% y muchos amigos conocedores de la política, me decían que como se me ocurría hacer campaña con alguien que jamás llegaría a ser presidente. Siempre respondí, que estaba con las personas por convicción y no por comodidad. La Seguridad Democrática, la Cohesión Social y la Confianza Inversionista eran los tres pilares que necesitaba de manera urgente Colombia. 

Colombianos comenzaron a escuchar a Álvaro Uribe Vélez, a ese gobernador que había sido escogido como el mejor porque había sido capaz de enfrentar el terrorismo sin rodeos. Fue creciendo en favorabilidad y logró el triunfo en la primera vuelta, contra todas las estructuras políticas y todas las calumnias con que ya empezaban a combatirlo, como aún siguen hoy, forma de competir con él, ya que los argumentos de sus opositores no les alcanzan, por eso acuden a estas infamias. Sigue en pie y con la agenda de Colombia en sus manos, como el más grande de los presidentes de Colombia en los últimos tiempos. 

Pasan los años y sigo convencida de haber hecho la mejor decisión de mi vida profesional, los resultados de los 8 años de gobierno hablan por sí solos.  Colombia los conoce y sabe cómo ayudaron a posicionarla nuevamente en un mundo en donde ya era considerada país paria.

De ahí en adelante he seguido de cerca las campañas que vinieron en el 2010 y en el 2014. En la del 2010 lo hice desde la barrera como secretaria privada de Presidencia y como Embajadora ONU en Suiza. Ganó Juan Manuel Santos y ya todos sabemos lo que pasó.  Llegaron la traición, el mal llevado proceso de paz, la persecución a Álvaro Uribe, su familia y mis compañeros de gobierno, sin mencionar los pésimos resultados en economía, salud y otros de la agenda nacional. Mejor dicho, la debacle. 

Tengo que decir, que mucho se nos dijo y no creímos, ¡mea culpa! 

En el 2014, tuve la oportunidad de trabajar en la campaña de Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, quien hizo una campaña en unas condiciones muy difíciles, además de lo del sonado hacker, que hizo mucho daño, pero que afortunadamente va saliendo la verdad a flote. Esperamos que sean sancionados todos aquellos que fueron capaces de armar semejante patraña. 

Conozco a Iván Duque siendo embajadora, cuando con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, fue encargado por las Naciones Unidas, del manejo del caso del ataque Israelí a la flotilla Turca. Impresionada con su disciplina, su capacidad para negociar, escuchar, escribir, organizar equipos de trabajo siendo tan joven. 

De ahí en adelante le he hecho juicioso seguimiento. Es así que cuando fue el eje en la preparación del plan de gobierno del candidato Óscar Iván Zuluaga, confirmé su capacidad para conocer a fondo la problemática del país, fijar prioridades, recursos y sobretodo la generación de alternativas de solución.

Escogido como senador del Centro Democrático, no queda duda que sobresale por sus debates, por estar siempre enterado de los asuntos de país y por responder adecuadamente a funcionarios de gobierno en temas que considera van bien o van mal. Tiene una capacidad de trabajo envidiable, dicta clases en varias universidades, escribe libros, prepara documentos y proyectos de ley. 

Iván Duque es una persona que no recoge odios, no es de extremos y logra defender sus ideas sin insultos, sin maltratos ni burlas a los demás. 

No juega sucio, ni hace malabares por debajo, no anda hablando a las espaldas de las personas y siempre dice lo que siente. Importante además el respeto que inspira entre los colombianos, líderes de opinión y empresarios que lo conocen.

Yo hasta entiendo que cause resquemores a algunos, no es común en la política colombiana encontrarse personas de las calidades de Iván Duque. Muchos aspiran y muchos tienen su candidato, está bien, de eso se trata la política. Lo importante es el respeto, siempre verdad y juego limpio.

Yo insisto en invitar a los colombianos a conocerlo, a que lo lean y lo escuchen. A los jóvenes les abre puertas al futuro con su Economía Naranja, el emprendimiento y generación de empleo. Los jóvenes son el hoy y el mañana. Sobre muchos temas, es invitado a los más importantes foros del país, que lo han ido conociendo por sus escritos y planteamientos en el congreso. Con mucho juicio y rigor ha empezado a recorrer los municipios de Colombia con sus talleres Construyendo País, donde va recogiendo inquietudes de las comunidades Colombianas. Las escucha, anota y plantea alternativas de solución. 

Colombia necesita oxígeno, necesita mentes nuevas, con aportes, ideas nuevas, todas respaldadas en estudios, trabajo y resultados. Que bueno sería un nuevo amanecer para el país, con un presidente formado, sereno, equilibrado, firme, leal a las ideas de Álvaro Uribe, quien ha sido su maestro y su guía en los pasos importantes de su vida. 

Tengo que confesar que en esta campaña, que apenas comienza, me siento muy feliz y convencida de haber hecho una excelente decisión.  ¡Tal cual! como me sentía cuando llegué a la campaña de Álvaro Uribe Vélez, cuando tenía el 3%, porque hoy, al igual que en el año 2001, siento que quien puede sacarnos de esta debacle es Iván Duque.

P.D. ¿A que muchos de ustedes no sabían que Iván Duque adora la música, es buen bailador y canta? A mí me fascina, creo que la alegría es algo muy importante en la cotidianidad.

@AliciaArango