No hay calificación que valga

Durante la última semana dos calificadoras de riesgo afectaron el prestigio de Colombia en los mercados internacionales. Una, le cambió de estable a negativa su perspectiva y, la otra, le bajó la calificación de riesgo país. Nos dejaron en el borde entre ser riesgo de inversión y riesgo de especulación. Mucho trabajo le había costado al país recuperar el grado de inversión después de haberlo perdido durante el gobierno de Ernesto Samper, por allá a mediados de los noventas.

Tener riesgo de inversión es costoso, pero a su vez es una muy buena inversión: la relación precio beneficio es buena. Es como estar en un club privilegiado donde principalmente se consiguen recursos a tasas de interés bajas, bien sea vía emisiones de bonos, que se colocan en los mercados internacionales, o de parte de organismos internacionales.

En el mundo hay infinidad de fondos de inversión, de todos los colores y calibres, desde los que invierten en activos muy riesgosos como los que sólo invierten en activos bien calificados. Estos últimos son muy grandes y hoy en día prácticamente todos tienen alguna posición de sus portafolios de Colombia.

Adicionalmente, la mayoría de estos fondos siguen un benchmark. Colombia por tener la calificación de riesgo de inversión hace parte de estos. Ello hace que los inversionistas deban, sí o sí, tener posiciones en títulos emitidos por el país.

La situación actual de la economía colombiana es compleja, como lo es la de todos los países del mundo. Dicen que no se presentaba una situación así desde la segunda guerra mundial. Prácticamente ningún país tendrá crecimiento económico este año y por cuenta de las ayudas que tendrán que inyectar a las economías terminarán sobreendeudándose y aumentando el déficit fiscal.

Lo importante de lo expuesto anteriormente es que a todos los países se les debería revisar la calificación de riesgo y a todos se les debería medir con la misma regla. Entonces la baja de las calificaciones sería global. Desafortunadamente eso no pasa. Me acuerdo todavía de la crisis de deuda europea de hace unos años donde países al borde del default seguían bien calificados. Aquí, al parecer, sigue muchas veces predominando el apellido.

De todas maneras, independientemente que Colombia termine perdiendo su riesgo de inversión debe hacer todo lo que sea necesario para proteger la economía, el empleo y la salud de sus habitantes. Estoy seguro que ese es el camino. Si logramos proteger las empresas y el aparato productivo del país, será menos difícil recuperar el riesgo de inversión. Después no lo será si se destrozan empleos por cuenta de no hacer todo lo necesario para protegerlos.

Nunca existirán recursos suficientes para protegernos de esta pandemia. Por eso los recursos escasos deben ser manejados con el mejor criterio, balanceando lo que debe ir a fortalecer el sistema de salud y a los subsidios de la población por un lado, y por el otro,  lo necesario para fondear a los empresarios para que sus empresas puedan sobrevivir.

Lástima que esta crisis nos llegó en un momento donde los números del país no estaban en su mejor momento. En los últimos años se había aumentado el gasto por encima del crecimiento de  los ingresos. Cuando se calmen las aguas y salgamos del coronavirus tendremos que apretarnos el cinturón para poder recuperar la senda del desarrollo y del crecimiento.

Hay un dicho que dice “primero es lunes que martes”. Cuadra perfecto en la situación actual. Defendamos a Colombia y a los colombianos y después pensamos en la calificación.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: abril 13 de 2020

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