Ana María Abello: Los trapos sucios

Ana María Abello: Los trapos sucios

El gobierno Santos sigue empeñado en ocultar a toda costa y contra toda evidencia sus desastrosos resultados.

Esta vez fue a través de su embajador en el Reino Unido, que se mostró indignado ante la intervención del expresidente Álvaro Uribe en el foro “Concordia”, celebrado en Grecia hace unos días.

A la intervención del embajador sobre desarrollo sostenible en Colombia, Uribe, con su ya conocida contundencia. Decidió ripostar e intervino para desmentirlo y dar a conocer a la comunidad internacional la triste realidad del país en diferentes ámbitos. Sin pelos en la lengua, Uribe repitió ante los panelistas algo que hasta el cansancio ha expresado en el país en varios escenarios: el aumento desmesurado del área de coca sembrada, que pasó en 4 años de 42.000 a 188.000 hectáreas, y el crecimiento rampante de la minería ilegal.

Verdades por todos conocidas, pero poco divulgadas por la mayoría de la prensa en el país, que no solo se han dedicado juiciosamente a reproducir las declaraciones del embajador Osorio, sino que con la mayor desfachatez han tomado partido con titulares amañados como “Uribe presentó a Colombia como el reino del narcotráfico y del crimen: embajador Osorio” (www.bluradio.com) o “Descache de Uribe en foro Concordia en Grecia” (Noticias Caracol, edición de las 7 pm).

Entrevistado por W Radio, Uribe no solo se reafirmó en lo dicho, sino que arremetió nuevamente contra el gobierno contando verdades que irritan a Santos sobremanera. Palabras más palabras menos, el ex presidente dijo que a pesar de la “maquinaria manipuladora” del gobierno a nivel internacional los inversionistas saben el deterioro de las condiciones para invertir en el país; que el gasto público pasó del 43% del PIB al 54% y ya va para el 56; que el narcotráfico y la minería ilegal han evitado la recesión. Remató denunciando el despilfarrado de los dineros públicos en lo que coloquialmente se conoce como “mermelada” (que no es otra cosa que sobornos a la clase política y a la prensa), y la difícil situación fiscal en virtud de la cual no hay dinero para los maestros, ni para los jueces, ni para el Choco, ni para Buenaventura.

Las denuncias de Uribe no han sido rebatidas, ni mucho menos desmentidas. El gobierno a través de su embajador, haciéndose la víctima, solo atina a atacar a Uribe calificándolo de indecoroso y acusándolo de despotricar del país sin tener licencia para ello. La mayoría de los medios de comunicación, por su parte, con la clara intención de complacer a su benefactor, en lugar de llamar la atención sobre las graves denuncias de Uribe y exigir explicaciones al gobierno, se dedican a desprestigiar al ex mandatario.

Señor embajador: Colombia no es el reino del narcotráfico y la minería ilegal porque lo diga Álvaro Uribe, sino porque el gobierno ha patrocinado el cultivo de coca en el país y porque se ha hecho el de la vista gorda con la minería ilegal, todo, claro está, para complacer a las Farc, que ofician actualmente como los amos del poder ejecutivo, al que literalmente imparten órdenes hasta el punto de dictarle decretos-ley y de ternar magistrados para la Corte Constitucional.

El pecado no está en que los trapos sucios se laven fuera de casa, como erróneamente lo ha querido dar a entender el embajador Osorio. El pecado consiste más bien en no preocuparse por tener un país que pulula bajo los trapos sucios y pretender ocultar la basura bajo la alfombra, como lo hace el gobierno, que, además, valiéndose de mentiras y trampas, pero con poco éxito, ha pretendido elaborar una realidad virtual de un país seguro y en pleno crecimiento.

En fin, Colombia naufraga bajo la mirada complaciente de las fuerzas políticas y un amplísimo sector de la prensa, que contemplan el deprimente espectáculo embriagados por los sobornos que a diestra y siniestra ha repartido el gobierno. La situación del país es gravísima y el futuro inmediato no es nada promisorio, pues, aunque parecía imposible algo peor que el gobierno de Santos, se avecina algo todavía más nefasto: el ocaso del gobierno de Santos.

PD: ¿Dónde está la plata de Isagén?

@ANIABELLO_R

Publicado: mayo 9 de 2017