La sueca revoltosa

La sueca revoltosa

Con ocasión de la acertada y necesaria intervención de la Policía Nacional para controlar los actos de vandalismo que un grupo de facinerosos se proponía adelantar durante el fin de semana en el aeropuerto El Dorado, fue capturada una ciudadana sueca de nombre Emilia Frost.

Se trata de una politóloga egresada de la reconocida universidad de Uppsala que se ha concentrado en escribir libros y documentos académicos a favor de la banda terrorista ELN, organización criminal que se ha encargado de llenar de sangre a nuestro país. 

No es la primera vez que un nórdico aparece relacionado con el terrorismo. En Suecia, precisamente, operó durante muchos años la oficina de prensa de las Farc. Efectivamente, en las afueras de Estocolmo y financiada con dineros públicos suecos, estaba ubicada la denominada “Asociación Jaime Pardo Leal”, una ONG de la que dependía la emisora “Radio Café Stereo” desde la que se emitían programas que, para resumirlo en pocas palabras, empezaban sus espacios difundiendo el himno de las Farc.

En la misma dirección física de la “Pardo Leal” aparecía registrada la tristemente célebre “Agencia de Noticias Nueva Colombia, ANNCOL”, el portal de Internet donde se publicaban los comunicados de las Farc. 

La laxitud de los países nórdicos frente a los grupos terroristas colombianos era tan extrema, que en Dinamarca dos ONG denominadas “Rebelión” y “Fighters and Lovers”, adelantaron colectas de dinero con el propósito de hacerle llegar esos recursos a las Farc. Aquello ocurrió en 2004, en plena aplicación de la Política de Seguridad Democrática. 

Alrededor de $8000 euros, producto de donaciones y de la venta de camisetas y otros elementos alusivos a las Farc, fueron entregados al grupo terrorista. Los integrantes de las ONG, fueron procesados por violar las leyes antiterroristas de su país. 

Después de un proceso penal de 4 años en el que el Estado colombiano era víctima, un juez de Copenhague impuso condenas irrisorias que iban de los 60 a los 180 días de prisión. 

El mensaje que quedó en el ambiente fue clarísimo: en Dinamarca, financiar grupos terroristas no reviste riesgo ninguno. 

En Suecia, en cambio, la cuestión es aún más indignante, pues con dinero de los contribuyentes de aquel país, se subsidia el funcionamiento de los órganos de difusión y propaganda de los grupos que aterrorizan a Colombia. De nada sirvió que la propia Unión Europea hubiera calificado a las Farc y al Eln como organizaciones terroristas. 

Emilia Frost, que figura como “Antigua colaboradora” del CERAC -Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos- y que en su hoja de vida fue asistente técnica de la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con base en la ciudad de Cúcuta y que durante un año -entre 2012 y 2013- hizo parte de la ONG europea de extrema izquierda denominada “Brigadas Internacionales de Paz”, trabajando en la ciudad de Barrancabermeja, llegó a Colombia hace 13 años.

Su primer trabajo fue como profesora de inglés, misma actividad que desempeñó en nuestro país la peligrosa terrorista holandesa Tanja Nijmeijer, alias Alexandra Nariño, criminal internacional responsable de crímenes de lesa humanidad y narcotráfico, razón por la que los Estados Unidos impusieron por su cabeza una jugosa recompensa de U$2.5 millones de dólares.

Frost fue capturada en el aeropuerto El Dorado durante las jornadas de protesta que se adelantaban en ese lugar, el sábado pasado. Esa mujer, que tiene una visa de trabajo y que actualmente se desempeña como docente de la Universidad del Rosario, debe ser expulsada del país tan pronto se resuelva su situación jurídica.

No es admisible que Colombia deba tolerar casos de extranjeros que llegan a nuestro territorio a adelantar labores de agitación, desorden y vandalismo, como las que efectivamente estaba desarrollando la sueca revoltosa que, enhorabuena, fue capturada por los miembros de la Policía Nacional.

@IrreverentesCol

Publicado: diciembre 9 de 2019 

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