Fecode nos jode

Fecode nos jode

Fecode nos jode, porque una porción del dinero de nuestros impuestos – aunque ellos lo nieguen descaradamente de ser necesario -, va a parar a sus bolsillos; sí, a las cuentas de sindicalistas que no hacen nada por educar a quienes dicen formar en universidades y colegios públicos. ¿Ser bandidos es su mejor carta de presentación?

Fecode nos jode, porque en lugar de permitirles a los niños y jóvenes de Colombia que se educan en instituciones oficiales acceder a una calendario completo y sin interrupciones, los condenan a soportar paros infames a cambio de una paupérrima formación en valores y, de paso, deficiente e incompleta en contenidos académicos, hecho que les impide avanzar en su desarrollo escolar. ¿La vagancia es su consigna?

Fecode nos jode, porque la mayoría de sus afiliados se ha formado bajo el “rigor” de doctrinas ideológicas que buscan instaurar y propagar la lucha de clases en las aulas, por encima de cualquier otro interés. ¿El terrorismo es su credo?

Fecode nos jode, porque a sus afiliados les importa un bledo que los policías sean atacados con violencia por “los muchachos”, esos que deberían estar leyendo en lugar de pasarse la vida en marchas absurdas que nada le aportan a la sociedad. ¿La criminalidad y el adoctrinamiento comunista son sus deportes favoritos? (Escojan otra electiva para sus estudiantes, por favor).

Fecode nos jode, porque jamás ha ofrecido un resultado decoroso a la sociedad colombiana: ¿presente, presente, presente? ¡Cojan oficio! ¿La constante es vociferar en nombre de un pueblo que aborrecen en el fondo de su alma?

Fecode nos jode, porque su fortaleza sindical esconde tras la máscara las verdaderas intenciones de sus dirigentes. De los perversos intereses que hay detrás de su discurso, ya ha dado “elocuente” testimonio Maduro en Venezuela. ¿Fidel, Chávez, Gramsci o Freire?

Fecode nos jode, porque en ocasiones actúa como brazo mudo del narcoterrorismo, a través de un silencio complaciente, cuando es perentorio condenar las acciones delincuenciales de quienes hoy se encuentran al margen de la ley. ¿Están de acuerdo con las papabombas, los atentados y el narcotráfico?

Fecode nos jode, porque como plañideras, sus “maestros” atraviesan el camino de nuestra historia implorando una “paz” irreal, mientras azuzan una guerra urbana que, como alma que se lleva el diablo, va arrasando con vidas y realidades. ¿Problemas de identidad, demencia senil o astuto alzheimer?

Fecode nos jode, porque sus voceros sustentan sus protestas y reclamos en una Democracia que, a punta de persecución y hostigamientos, no tendrían ningún inconveniente en sepultar, así como lo hizo el “profe” Aristóbulo Istúriz de la mano de la Revolución Bolivariana narco-castro-chavista. Les recuerdo que la tal Colombia Humana no existe legalmente: perdió la personería.

Con Todo Respeto: ¡Sonó la campana, a recreo! Es positivo acompañar a los estudiantes, escucharlos, conversar con ellos sobre sus problemas, preocuparse por los detalles del currículo oculto. Si les da pereza vigilar como corresponde los baños de primaria y bachillerato, docentes de Fecode, mencionamos que en la alcaldía de su ídolo -“el ojibrotao” Petro, como le dice un connotado tuitero -, en numerosos colegios distritales los alumnos de tercero y cuarto de primaria empezaron como dealers, vendiendo dulces de los que no son tan inocentes y “porritos” de yerba en el patio… (Que nadie se entere).

Para que se vayan leyendo, como dice Savater en “Ética para Amador”: “La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar desiertos.” C.S. Lewis.

#FecodeNosJode

@tamayocollins

Publicado: febrero 13 de 2019