El Tejemaneje-Julio 4

El Tejemaneje-Julio 4

Las Farc, cuyos cabecillas están pedidos en extradición, dicen que su candidato presidencial no puede tener vínculos con el narcotráfico.

Requisitos para ser candidato de las Farc

La portavoz de las Farc, Imelda Daza, enumeró las características que debe reunir el candidato presidencial de su organización terrorista. Tiene que ser “una persona transparente, que no tenga enredos con corrupción ni con paramilitarismo, narcotráfico, etcétera y además tiene que ser una persona comprometida con la implementación total del acuerdo de paz. Una persona que reúne esas condiciones, es Humberto de La Calle”.

Una mafia vetando mafia

Las Farc son, eminentemente, una estructura narcotraficante cuyos cabecillas se disfrazan de revolucionarios y envuelven sus alijos de coca con las hojas de los libros de Marx. Causa hilaridad que esa banda diga que sus candidatos no pueden tener “enredos con el narcotráfico”, pues sobre las cabezas de todos y cada uno de los jefes guerrilleros pesan sendas solicitudes de extradición por parte de las autoridades judiciales de los Estados Unidos. (Al respecto, es importante que lea “Los extraditables de las Farc

Enredos con la corrupción

Humberto de La Calle, además de ser un político profesional que se ha movido habilidosamente al vaivén de las coyunturas nacionales, se define a si mismo como “un ave de tormenta”, con lo que mentirosamente intenta justificar sus volteretas: fue gavirista, luego samperista, se convirtió en pastranista, trató de ser uribista, para finalmente pasarse al santismo y ahora es el candidato in pectore de las Farc.

Como abogado, fue asesor de dos cuestionados grupos que estuvieron involucrados en monumentales escándalos de corrupción como los Nule y Odebrecht, según reveló en este portal el periodista Gustavo Rugeles (Lo invitamos a leer “El lazo con Odebrecht que Humberto de La Calle quiere tapar”).

El caso de los Nule, que el tiempo se ha encargado de mimetizar, nunca fue investigado a fondo, pero lo cierto es que de La Calle y su hijo, el exsuperintendente de industria y comercio, José Miguel, fueron en efecto asesores jurídicos de ese grupo que, como es sabido, estructuró y ejecutó uno de los saqueos más grandes de la historia nacional.

Naranjo, al ataque

En las últimas horas, arreciaron los ataques del gobierno a la oposición democrática y legítima que encarna el Centro Democrático. La nueva andanada corrió por cuenta del vicepresidente Naranjo quien, a través de un verdadero publirreportaje hecho por Yamid Amat en El Tiempo, no ahorró esfuerzo alguno para desacreditar al uribismo.

En criterio de Naranjo, el Centro Democrático, “se alimenta del odio”. Bueno sería para la democracia que el vicepresidente de la República utilizara esos términos canallas para referirse a la mafia, a los carteles del narcotráfico –como el del Norte del Valle-, a los mafiosos que transportan cocaína a Alemania, a los terroristas y no a quienes en medio de las adversidades defienden una línea de pensamiento dentro de las reglas de juego que fija el régimen republicano.

El debate sobre la existencia del conflicto

Mostrándose sorprendido, Naranjo asevera que el presidente Uribe nunca reconoció la existencia del conflicto –lo cual es cierto- y que “hay quienes creemos que el conflicto armado sí fue una realidad”.

Si eso es así, entonces ¿Naranjo por qué aceptó ser el director de la policía de un gobierno que enarbolaba una tesis fundamental con la que él no estaba de acuerdo?

Naranjo es un hombre infinitamente ambicioso y no tiene límites a la hora de alcanzar sus propósitos. Par mantenerse en la policía, fungía como el más firme defensor de la doctrina uribista. Con Santos en el poder, dio la voltereta y pasó a ser un corifeo de más del gobierno que se rindió ante el terrorismo.

@IrreverentesCol

Publicado: julio 4 de 2017