El otro video de Petro

El otro video de Petro

El dramático video del excandidato presidencial y actual Senador de la República, Gustavo Petro, anunciando que padecía de cáncer despertó la solidaridad de muchos. Me incluyo dentro de ese grupo de personas que le escribió un mensaje en redes deseándole una pronta y completa recuperación porque, a pesar de no estar de acuerdo con su pasado como guerrillero del M-19 y con su presente como el representante de los ideales castrochavistas, soy incapaz de desearle el mal a otro ser humano.

El video al que me refiero fue publicado después de que se descubrió que el Senador había salido del país el 18 de marzo (dos días antes del anuncio de la cuarentena) a un rumbo desconocido sin haber cumplido con su obligación constitucional de informar a la mesa directiva del Senado que realizaría dicho viaje. De hecho, cuando se supo que Petro había salido del país, varias personas preguntaron en Twitter que dónde se encontraba el Senador a lo que su compañero Gustavo Bolívar contestó, al mejor estilo de los idolatras de Chávez – si me permiten la comparación – “#DóndeEstáPetro en el corazón y la mente de millones de Colombianos (sic) que ya queremos y necesitamos paz con justicia social en Colombia”. Francamente lo único que me extrañó de su mensaje fue que no hubiese usado el lenguaje incluyente que tanto les fascina, porque la estrategia de evadir dar una respuesta sencilla a una pregunta sencilla es parte de su proceder.

Siguiendo con el tema del video, me permito hacerles un resumen de su contenido. El Senador manifestó que, después de asistir a una audiencia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, decidió viajar a Cuba para realizarse exámenes médicos completos. Según Petro, el 2 de marzo se le diagnosticó cáncer temprano en la juntura del esófago con el estómago. Entonces continúa diciendo que decidió regresar al país para obtener una segunda opinión médica y que después de análisis de laboratorio y endoscopias se determinó la existencia de una lesión en el mismo lugar. Por esa razón decidió regresar a Cuba el 18 de marzo para confrontar los estudios y opiniones médicas y tomar sus propias determinaciones. Culminó el video diciendo que el 13 de abril le harían una nueva endoscopia, esta vez con intervención quirúrgica para tratar de remover el tejido dañado y que, de confirmarse el cáncer, lo someterían a quimio y radio terapia. La dramática noticia de Petro dio un viraje cuando se conoció un audio en el que un médico, en una conversación informal, le decía a su amigo que era “pura paja” porque ellos lo habían visto a su regreso de Cuba y que, al revisar la endoscopia de dicho país que, por cierto, era de pésima calidad, por ningún lado vieron cáncer. Sin embargo, le repitieron el examen, le tomaron múltiples biopsias y tampoco vieron nada. El médico termina diciendo que no sabe qué quiere ese personaje con ese cuento, pregunta que nos hacemos muchos porque ese personaje, que es depositario de más de 8 millones de votos tiene la obligación de ser trasparente, no solo con su electorado sino con el resto del país.  

Gustavo Petro ha sido parlamentario desde 1998 razón por la cual dudo que no tenga claro y presente que tiene la obligación de avisarle a la mesa directiva de la respectiva corporación que va a salir del país. Esa omisión combinada con la falta de claridad para responder dónde se encontraba y el video en el que manifestó categóricamente que padecía de cáncer obviando que en Colombia le habían dado un diagnóstico distinto teje un manto de duda sobre las verdaderas razones para viajar clandestinamente a la isla que, por cierto, alberga a los narcoterroristas de ELN que fraguaron el atentado contra la Escuela de Policía General Santander que resultó en la muerte de 22 estudiantes. ¿Cuál puede ser la razón para viajar a la isla desde donde se ejerce el liderazgo ideológico de los países de izquierda de América Latina la misma semana en la que viajó Cristina Fernández de Kirchner y donde se encontraba el “resucitado” Daniel Ortega?  Amanecerá y seguramente no veremos, gracias al hermetismo del régimen dictatorial cubano, que, sin lugar a duda también tiene la facultad de dictarle órdenes al sector médico.

Lo cierto es que el Senador Petro deberá responder a la Procuraduría General de la Nación por tan extraña omisión.

Nota: El Senador Bolívar optó por tachar de mentirosos a los que lo confrontamos en redes. Mi recomendación es que haga una búsqueda rápida del rosario de imprecisiones y de fake news que la cuenta @ColCheck ha compilado de los señores Petro y Bolívar.

@ANIABELLO_R

Publicado: abril 17 de 2020

3 comentarios

Los comentarios están cerrados.