Rafael Uribe Uribe: El nuevo país de las maravillas

En la conferencia guerrillera celebrada en el Yarí los jefes guerrilleros fueron claros, afirmaron que el acuerdo solo fue posible gracias a las fuerza que les han dado las armas y su cohesión. Y en verdad fueron coherentes, jamás dieron un paso atrás en sus aspiraciones, lograron la capitulación del gobierno.

Tendrán una fuerza impredecible para lograr su propósito a través del partido político mejor financiado que ha tenido Colombia: contarán con el 15% de los aportes que el gobierno destine para los demás partidos; 31 emisoras; un canal de televisión; 10 curules sin necesidad de votos; 16 circunscripciones electorales transitorias donde los partidos tradicionales no podrán participar; la plata intacta del narcotráfico; el manejo preferencial de una reforma rural a la que ingresan 10 millones de hectáreas incluyendo la destinación de recursos para vías terciarias, electricidad y vivienda cuyos planes estarán sujetos a la participación comunitaria en las zonas prioritarias donde ellos han estado y  estarán. Han sido creativos, incluyen en su proyecto indígenas, afrodescendientes, identidad de género y la comunidad LGBTI. Más fácil quitarle la tabla a un náufrago que ganarles unas elecciones.

No les falta claridad en sus propósitos. Los declaran estratégicos “(…) para superar la dominación impuesta por las clases más pudientes y la ausencia de democracia real y verdadera (¿cómo la de Cuba, Nicaragua o Venezuela?), la miseria y la explotación derivada del modelo económico, y la dependencia frente al imperialismo y las transnacionales y sus diversas formas de intervención en la vida nacional.”

Se les aceptó el “Programa agrario de los guerrilleros”, proclamado el 20 de julio de 1964, luego corregido y ampliado por la Octava Conferencia de abril de 1992. Anacrónico, excluyente, calcado en el pasado.

Lograron ser partícipes de la elaboración del  “Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas” para, que de esa forma, “(…) la historia del conflicto tenga la garantía de no ser una historia oficial.” La de ellos es la válida…

De lo anterior se deriva su propósito: “Nos seguiremos orientando por un ideario inspirado en el marxismo, el leninismo, el pensamiento emancipatorio bolivariano y, en general, en las fuentes del pensamiento crítico y revolucionario de los pueblos.” Socialismo del siglo XXI para que no quepan dudas.

Eso no es lo más grave, lo es la Jurisdicción Especial para la Paz, no desde el punto de vista de la impunidad que ya es clavo pasado, desde la óptica de la revancha que podrá aplicarse a discreción contra lo que consideran los sucesores del paramilitarismo o se opongan al proceso de paz. Miren no más uno de los trinos de ‘Santrich’: “Fiscal, ¿cuál es el plazo para que cuentes sobre empresas que financiaron el paramilitarismo y tus vínculos con ellas?”. Así será…

Todo lo que quiera proponer Santos para la implementación de los acuerdos queda sometido a una especie de bendición urbi et orbi de la izquierda nacional e internacional integrada en la CSVR que la componen tres representantes del gobierno, tres de las Farc, uno del gobierno de Cuba, uno del de Venezuela, uno del de Chile y uno más del de Noruega.

Y de remate: “Se convino que el Acuerdo Final es un Acuerdo Especial de los previstos en el artículo 3 común de los Convenios de Ginebra. Igualmente, que por medio del procedimiento expedito (fast track) del Acto Legislativo 01 de 2016 habrá una ley aprobatoria del Acuerdo Final como Acuerdo Especial y un Acto Legislativo de incorporación del Acuerdo Final a la Constitución Política (…)”

Solitos, tres gatos en La Habana, dictaron el bodrio que será el lunes nuestra nueva Constitución.

 

El rincón de Dios

“La mentira tiene muchas facetas: reticencia, cabildeo, murmuración… Pero es siempre arma de cobardes.” San José María Escrivá

 

@rafuribe