Rafael Gómez Martínez: El espejo de Leopoldo

Rafael Gómez Martínez: El espejo de Leopoldo

Más de 1.100 días. Más de 1.100 días duró privado de la libertad Leopoldo López. Durante más de 1.100 días el régimen chavista privó de la libertad a una persona íntegra. Leopoldo López lo único que hizo o quiso hacer fue luchar por su libertad.

El bravo pueblo venezolano, a su vez, no lleva más de 1.100 días privado de la libertad. Lleva más de dos décadas privado de su libertad ante la complacencia de toda la sociedad latinoamericana.

Los bravos jóvenes venezolanos llevan en las calles más de 90 días. El Papa Francisco no dice nada, ni el gobierno indolente de JMS, ni los partidos políticos colombianos, ni hablar de la canciller salomónica Holguín.

Más de 90 muertos, en su mayoría jóvenes que lucharon por su libertad, durante 100 días. De a muerto por día. A nadie le importa. Ningún político de izquierda expresó, expresa, su voz de solidaridad a los bravos jóvenes.

¡Ah! gobierno tan indolente el de JMS frente a la represión ejercida por el régimen de Maduro al bravo pueblo venezolano.

¡Ah! silencio cómplice de la comunidad internacional.

¡Ah! gobierno tan maquiavélico el de Maduro y su corte.

Tan maquiavélico es el régimen oprobioso de Maduro que le suelta la carnada al pueblo venezolano con la liberación de Leopoldo López con varios fines.

El primero, apaciguar las revueltas, las manifestaciones.

El segundo, si el pueblo venezolano acepta la liberación de Leopoldo López, tendrá que aceptar las demás decisiones que tome el tribunal de la Corte Suprema de Justicia afín al régimen.

El tercero, nace de una pregunta: Si la situación es tan crítica en Venezuela a raíz de los más de noventa días de revueltas, ¿por qué no soltaron a los demás? Hay más de 400 presos en las diferentes cárceles del régimen oprobioso de Maduro: ¿Por qué no los soltaron?

Porque con la liberación de Leopoldo López ganan tiempo, mientras ellos ganan tiempo, se sostienen en el poder.

¿Por qué no liberaron al joven Laurent Saleh, entregado vilmente por la canciller salomónica Holguín, a quien lo tienen, literalmente, comiendo mierda en la misma cárcel de Leopoldo?

El sentido común, el menos común de los sentidos, nos diría que la liberación de Leopoldo López es un señuelo, una carnada. Es una manera de enviar un mensaje a la comunidad internacional para mitigar la reacción que se presentó durante la semana pasada en contra de los diputados quienes fueron violentamente golpeados por los colectivos chavistas, maduristas, de camisa roja.

No vaya y sea que detrás de la liberación de Leopoldo López exista más de un oscura intención con el fin de sostener a este régimen de Maduro en cuerpo ajeno.

De paso, de los colectivos chavistas, maduristas, a los colectivos de las Farc. Ya, se presentó la primera muestra cuando un ciudadano del común alzó su voz de protesta en un aeropuerto al momento que pasaba una ex miembro de las Farc. Ya, salió el primer contingente de guardias de seguridad de los colectivos de las Farc, armados hasta los dientes, con brazaletes de color amarillo en el brazo izquierdo.

En la Alemania nazi fueron las camisas pardas. En el régimen de Chávez fueron los colectivos. En Colombia, serán los del brazalete amarillo. Cambian los tiempos, cambian los nombres, las estrategias siguen siendo las mismas.

El chavismo en manos de Chávez contribuyó al desastre de lo que es Venezuela. El chavismo en manos de Maduro demostró, demuestra, cada día que pasa hasta dónde puede llegar la bajeza del ser humano.

Nunca antes, como diría JMS, un pueblo, el colombiano, había sido advertido. Nunca antes, un pueblo expresa su respaldo a un proceso de paz leonino desde todo punto de vista para los intereses del país. Nunca antes, las generaciones futuras están en riesgo por su libertad. Nunca antes, un pueblo ha sido advertido de las consecuencias del socialismo bolivariano del siglo XXI en el poder.

Lo que sufrió, lo que sufre, Leopoldo López en la cárcel de Ramo verde sumado al dolor de los venezolanos bajo el régimen oprobioso de Maduro es tan solo una muestra de lo que nos espera en caso que perdamos las elecciones del 2018.

Que el espejo de Leopoldo López sirva de advertencia a los ingenuos e incrédulos colombianos que todavía creen en las buenas intenciones del proceso de paz de la Habana con Farc – Ep junto y del ELN en Quito.

Puntilla: Figuras promisorias: El joven secretario de seguridad de Enrique Peñalosa, Daniel Mejía, junto con el viceministro del Ministerio de Hacienda Dimitri Zaninovich.

@RaGomezMar

Publicado: julio 11 de 2017