El costo de las traiciones

El costo de las traiciones

En plena campaña presidencial de 1998, cuando Horacio Serpa y Andrés Pastrana estaban enfrentados en la segunda vuelta, tuvo lugar un debate moderado por la prestigiosa periodista Ana Mercedes Gómez. 

Faltaban 11 días para las votaciones. Pastrana iba mal en las encuestas y en el debate Serpa, al decir popular, le estaba dando ‘sopa y seco’. 

9 minutos antes de que culminara el contrapunteo, la moderadora leyó una pregunta que fue remitida desde el periódico ‘El Meridiano de Córdoba’: “Como sabemos de la animadversión y las acusaciones que le ha hecho los Estados Unidos al presidente Ernesto Samper, no se podría descartar que una vez culmine su mandato le abrieran un proceso en ese país. ¿Qué haría usted si Estados Unidos solicita en extradición al expresidente Ernesto Samper?”. Serpa se enredó. No fue capaz de responder sí o no y, en cambio, se fue por las ramas para culminar dejando en el ambiente que efectivamente entregaría a Samper a las autoridades judiciales norteamericanas: “Sin excepción, en relación con todos los casos que se presenten, si se ajustan a la ley (…) yo voy a cumplir exactamente la ley porque es lo que me corresponde”.

Pastrana no dejó pasar la oportunidad, fustigó a Serpa y puso el debate a favor suyo en el último segundo del mismo. Sin que le temblara la voz, dijo: “La verdad doctor Serpa, estoy aterrado. Estoy impresionado con que un hombre tan cercano como usted a Ernesto Samper evada esta pregunta. Desde aquí le digo al presidente de los colombianos [Samper] y a Colombia entera: yo no extraditaría a Ernesto Samper (…) Es un hombre que ejerció el cargo de presidente de Colombia…”.

Lo cierto es que un amplísimo sector del samperismo, que respaldaba a Serpa, quedó desconcertado con su candidato que, en la segunda vuelta, terminó siendo derrotado por Pastrana.

En el debate de esta semana, el tema de la extradición volvió a salir a flote. ‘Fico’ Gutiérrez le preguntó a Petro si extraditaría a Piedad Córdoba en caso de que la justicia de los Estados Unidos hiciera la respectiva solicitud. 

Petro, risueño dijo: sí. 

La Córdoba juega un papel fundamental en la campaña petrista. Ella es el enlace entre los socialcomunistas colombianos y la narcodictadura venezolana. Está untada hasta los tuétanos con el dinero sucio de la satrapía de Maduro y desde hace meses ella y sus hijos están en la mira de las autoridades judiciales de los Estados Unidos.

A pesar de estar enterado del prontuario de Córdoba, Petro tomó personalmente la decisión de incluirla en la lista de su partido al senado de la República. Habilidosamente, y luego de que se supiera que ella estaba reuniéndose con extraditables con el fin de granjear apoyos para la campaña presidencial, Petro le pidió que se apartara de cualquier actividad proselitista. En apariencia, ‘Teodora Bolívar’ fue marginada, cuando en realidad continúa moviendo sus hilos en el bajo mundo con el fin de impulsar a su candidato. 

Con la respuesta de Petro, que para muchos fue totalmente calculada e insincera, Córdoba debió quedar desconcertada pues de cara al país Petro evitó defenderla, limitándose a responder afirmativamente al interrogante formulado por Gutiérrez.

Para nadie es un secreto que ‘Teodora’ está con Petro por elemental conveniencia. Ella lo odia y así quedó establecido en el computador de terrorista ‘Raúl Reyes’. En uno de los correos incautados, el jefe terrorista le dice a sus compinches del denominado ‘secretariado’: “Piedad odia a Petro, no lo baja de HP y habla de la necesidad de romper su vínculo con Chávez aunque dice ha perdido credibilidad”.

El domingo se sabrá si el acto de deslealtad de Petro hacia Córdoba tiene algún costo electoral, como en su momento le sucedió a Serpa con Samper. 

@IrreverentesCol

Publicado: mayo 25 de 2022

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