¿Dónde queda la ética y la planeación?

¿Dónde queda la ética y la planeación?

Cuestionar a  Rodolfo Hernández por sus decisiones puede tener un alto costo político en razón al alto nivel de popularidad que tiene y su gran habilidad para pretender enrostrar a sus críticos por medio de construcción de falacias, el hecho calumnioso e injurioso de haber formado parte de la también cuestionada por actos de corrupción, administración anterior.  Sin embargo, en aras de defender el interés público y colectivo, se debe asumir el riesgo, más sí como en mi caso, el paso por la administración pública y la política ha sido un ejercicio libre, honrado y expuesto siempre al escrutinio público.

Llevar a los vendedores ambulantes a los parques de la ciudad para darles una solución aparentemente temporal, se torna en una ilegalidad al dar destino al espacio público que tiene unas condiciones de orden constitucional que lo hacen inalienable a cualquier título. El espacio público, es sencillamente eso: público y como tal está destinado al disfrute común y colectivo de todas las personas, de tal manera que ninguna circunstancia impida ese goce y esa condiciones.

Rodolfo Hernández es sin lugar a dudas un hombre caprichoso, que no conoce la responsabilidad y el alcance y limitaciones del servicio público. No entiende el mandato constitucional del artículo 6º de la Constitución Política de Colombia, que advierte que los servidores públicos responden por acción y por omisión. Es más, si llegase a conocer tal disposición superior, con seguridad dirá, como lo ha insinuado, que le importa un bledo; que ya tiene los años suficientes para que le lleven la notificación de la sanción a los jardines del recuerdo y esa respuesta por demás ha sido y por sí sola suena arrogante.

Las primeras noticias que tuve de Rodolfo Hernández, fue cuando yo despachaba de concejal del municipio de Barbosa y como tal agenciaba como jefe de la oposición local hace ya más de veinte años. Por información de un Jefe de Planeación, me enteré cómo se tramitaban sobornos para pagar el licenciamiento de urbanismo de La Tierra Prometida, un proyecto de vivienda social desarrollado en unos terrenos cuya tradición arrastraba un pasado dudoso. Pude acercarme a conocer y queriendo profundizar me di cuenta rápidamente del mal comportamiento de los actores del proyecto que paradójicamente una de sus fases se denominó “La Fuente” en razón a que el proyecto fue levantado sobre el cauce de las escorrentías de un nacimiento de agua y un humedal.

Luego en Bucaramanga supe de los intereses de Rodolfo Hernández en los negocios de tierras no enajenables que posteriormente fueron “volteadas” para destinarlas a proyectos de vivienda social. Cuando la tragedia invernal de Girón en 2005, se ventiló que en 1994 la CDMB le había concedido licencia a la constructora HG para levantar el Barrio Castilla Real sobre un sector del cauce del Río de Oro que fue rellenado años atrás. No se respetó la cota de inundación y ahí estuvo el punto más crítico de la avalancha.

En 2015, el periodista deportivo Alberto Osorio me invitó a visitar a Rodolfo Hernández con el argumento que ese iba a ser el alcalde de Bucaramanga, que Hernández estaba haciendo un trabajo con sectores de la elite económica y social de la ciudad. Sin hacerle comentario a Osorio, me rehusé en aceptar la invitación, pues ya sabía de Rodolfo y aunque tampoco creía en su posibilidad política como candidato, menos confiaba en él por los antecedentes que conocía.

Rodolfo Hernández, es antes de todo un completo improvisador y un negociante empedernido de lo público, que ha sabido utilizar a dos y no más de tres áulicos que provienen de una elite económica que se quebró hace rato y que a sueldo le construyen una imagen de hombre probo y pulcro, para esconder la ausencia de ética y planeación. Lo del proceso contractual del manejo de las basuras puso en evidencia los alcances no sólo del Alcalde, sino de su entorno familiar. Qué mala nota, que renegando todos los días de la clase política corrupta, olvide que se revolcó en todos sus lodazales para desarrollar y ejecutar sus propósitos en la vida.

@AlirioMoreno

Publicado: abril 24 de 2018