Rafael Gómez Martínez: Cuba debería ser un paraíso

 

Comenta Orozco: “Doscientos setenta bubalawos se reunieron en el barrio 10 de octubre de La Habana los días 30 y 31 de diciembre de 1990 y el 1 de enero de 1991.Cuando los sacerdotes de Ifá terminaron su congreso, muchos de ellos llevaban señales de preocupación. La palabra que los sagrados orishas para el naciente año era “Oruranniko”, quiere decir en lengua yoruba: pérdida de la estabilidad. Los cubanos sienten un enorme respeto por ellos. Representan sus viejas creencias religiosas que los esclavos negros llevaron a Cuba. Hoy, tras el reconocimiento formal de que los creyentes de cualquier religión pueden ingresar al Partido Comunista de Cuba (PCC) (único partido que gobierna la isla); la santería como se le conoce a este mundo sincretismo religioso que mezcla milenarias creencias africanas con el catolicismo, es practicada por miles de cubanos” (Orozco Román, Cuba Roja, Cambio, 1993).

Así comienza el libro de este periodista español de Cambio 16, una de las revistas más relevantes del habla hispana que cayó en desgracia en Colombia. Román Orozco plantea en su denso libro de más de 900 páginas que Cuba debería ser un paraíso, pero no lo es. ¿Por qué?

Los cubanos se quejan, según Orozco, de no tener como sus vecinos mexicanos o venezolanos pozos de petróleo. Pero, tienen 5.476 kilómetros de costa con 280 playas paradisiacas. Limpias. Subdesarrolladas. Es que las aguas de Cuba son tan transparentes como Fidel. Bien cabría en esas playas el desarrollo naranja que promueve el senador Iván Duque cimentado en los servicios como gran generador de empleo. Ya, comentaré sobre la economía naranja que propone el senador Duque.

Lo mismo se podría comentar sobre Venezuela. Antes de la llegada de Chávez los colombianos migraban a Venezuela buscando mejor calidad de vida, ahora son los venecos, como diría Germán Vargas, que migran a Colombia.

Hablando de Germán Vargas: le aprendió rápido al elefante. Su comunicado sobre Odebrecht con papel de la Vice Presidencia, me hizo acordar de la famosa frase de monseñor Rubiano cuando estalló el proceso 8.000 durante la campaña Samper Presidente: Es imposible que ingresen elefantes a su casa y usted no los vea. Que yo sepa los problemas de salud de Germán no son de la vista.

Volviendo al tema: ¿Por qué Cuba no es un paraíso? Porque así lo quiso Fidel. Fidel consagró a Cuba a esos bubalawos que menciona Orozco guardando para siempre en los cuartos de las Iglesias Católicas la Virgen de la Caridad y la Virgen del Cobre. Solamente, volvieron a salir a la calle cuando Juan Pablo II el Magno visita la Isla.

El oscurantismo y la santería fueron, y son, determinantes para sostener al régimen comunista de la isla. El gobierno de Fidel siempre acusó a la Iglesia Católica de estar penetrada por curas franquistas, jesuitas, comenzando una persecución implacable contra todo aquello que oliera a Franco. No resulta, por lo demás curioso, que Fidel hubiere sido educado por curas jesuitas en su infancia y después los persiguiera sin misericordia. Y pensar que a Francisco, jesuita, solamente le faltó besarle los pies.

Cuando leía con atención a Orozco se me vino a la mente que lo primero que hizo JMS una vez llega al poder fue consagrarse a los espíritus de la madre tierra. Luego, esos mismos espíritus fueron llevados a Cuba a la mesa de la Habana para consagrar a toda Colombia con un mapa, una tabla Wiha y unas piedras en cada esquina en forma de triángulo en el piso ante la mirada de toda la mesa de negociación, incluido el locuaz H.de. La C. Colombia, fue consagrada con actos rituales similares a los de la santería cubana.

Esas mismas piedras regresaron a Cartagena días antes de la firma del proceso de paz. En la plaza de la Torre del Reloj, si hicieron toda clase de actos de santería cubana previa al espectáculo. Súbitamente, por obra y gracia de Dios, en toda la costa caribeña se produjo un huracán. El domingo de la votación, una mezcla entre la quietud de los costeños y la pertinaz lluvia en el Caribe durante toda la semana permitió que ganara el NO.

Colombia se encuentra sumida en un realismo trágico donde cada tragedia es superior a la anterior. Donde todos se lavan las manos como Pilatos, incluido Germán. Saludcoop, Reficar, Isagen, Odebrecht. Que tal la junta directiva del Banco Agrario abriendo investigación a sus empleados por el crédito a Navelena. ¿Iragorri no sabía de nada?. Lo que importaba era acabar con Fedegan.

Por lo anterior, me pregunto si a Colombia se la llevó el diablo o estamos ante un escenario donde las fuerzas del mal, le están ganando la partida a las del bien.

Puntilla: ¿Se acuerdan de Chávez, su santería con Bolívar y de cómo terminó?

@RaGomezMar

Publicado: febrero 14 de 2017