Córdoba, el contralor general

Córdoba, el contralor general

Hace ya muchos años los colombianos no veíamos la altura que está tomando la política colombiana. Un propósito sacado adelante, tejido como verdadera filigrana como si se tratara de un trabajo de logia, que sirve de muestra para entender que las cosas irán por buen camino, rumbo a erradicar el clientelismo generador de corrupción ante el continuo intercambio de favores en malsano contubernio entre los poderes ejecutivo y legislativo de la Nación.   

El primer paso lo dio el Presidente Iván Duque en un desayuno en palacio con la bancada de su partido Centro Democrático el pasado 16 de agosto. Manifestó la posición del gobierno, informando que no se metería en la elección del contralor, dejando la decisión en manos del consenso al que llegarían los partidos políticos. Literalmente dijo que no quería un Contralor General de bolsillo, pero tampoco un contralor que le estuviese disparando al gobierno.  El mensaje quedó en la mesa del Centro Democrático.

Luego, hacia el mediodía de ese jueves, el país vio una escena sumamente interesante. El expresidente Andrés Pastrana, publicó en su cuenta de twitter @AndresPastrana_ una foto suya junto a los expresidentes Álvaro Uribe y Cesar Gaviria al término de un almuerzo en el Hotel Ópera en el que enviaba un mensaje de paz política: “Hoy iniciamos el tránsito de la polarización hacia la reconciliación. Gracias a los expresidentes @AlvaroUribeVel y Cesar Gaviria por este compromiso”. Comenzaba oficialmente el consenso. El expresidente Cesar Gaviria concluía: “Estamos trabajando en tratar de lograr la mayor cantidad de acuerdos posibles y no queremos decisiones que se vayan a interpretar como el triunfo de unos sobre otros. Vamos a tratar de encontrar el mayor consenso posible en este proceso”.   A esa misma hora, desde el Palacio de Nariño, las bancadas de los Partidos Cambio Radical y de la U informaban que sus congresistas votarían todos, por Carlos Felipe Córdoba. El anuncio fue avalado por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y lo hizo el Ex Ministro Aurelio Iragorri. Ya se percibía en ese momento la sintonía de Vargas Lleras con la reunión en el hotel Ópera. El consenso alcanzó conclusión en la tarde, tras una reunión entre el expresidente  Álvaro Uribe Vélez y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. 

Por eso me atrevo a escribir que lo de Carlos Felipe Córdoba estaba -como decimos en Vélez- cocinado desde el jueves. Con esto, comienza una nueva era para el país, en la que los partidos cobran protagonismo y se muestran como instituciones con jefes y estructuras. No como organismos poliformes con integrantes dispuestos a ingerir y digerir todas las lentejas y las grandes pociones de mermelada que arrojaban en tiempos muy cercanos desde el palacio de gobierno, traducidas en burocracia y contratos, para reponer los gastos de campaña, acrecentar patrimonios y hacer alforjas para próximas contiendas electorales. Esas prácticas están rumbo a ser definitivamente proscritas en Colombia. 

La participación de los expresidentes Álvaro Uribe Vélez, Andrés Pastrana Arango y César Gaviria Trujillo, junto a la del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, denota claramente que en el Congreso de la República funcionarán las bancadas con jefe. Y que la Sala Penal de la Honorable Corte Suprema de Justicia estará expectante a imponer el orden, para que el equilibrio de poderes se cumpla y no sea letra muerta. 

Con un Contralor General de la República como Carlos Felipe Córdoba, elegido en la forma y manera como resultó nombrado; con  otras decisiones que se tomen de igual proceder, el país tomará el camino de la reconciliación, se recompondrá la Nación y ahora sí, se luchará verdaderamente contra la corrupción. El Acuerdo Democrático sobre lo Fundamental se implementará y el esquema de oposición lo fortalecerá. Llegó la hora de no pagar peaje por todo proyecto de iniciativa del gobierno que deba hacer curso en el Congreso Nacional. El bolsillo de los contribuyentes no aguanta más. Si Colombia entró a la OCDE y salió de UNASUR, los servidores públicos deben comportarse como tales, sino los grillos y las cadenas no se harán esperar.     

@AlirioMoreno

Publicado: agosto 21 de 2018

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