Charruras

Charruras

Charro en Colombia tiene dos acepciones populares que no figuran en el DLE, la antioqueña que significa chistoso, divertido y la bogotana ordinario, de mal gusto. Dejo a mis lectores escoger la que les plazca en estos casos.

Charra la fuga de Aida Merlano, no le ha faltado despliegue en la radio y la prensa, cientos de titulares, paginas y espacio; largas transmisiones en noticieros y programas de TV en horarios triple A y hasta película en proyecto. Lo son también los comentarios: que fue espectacular, de película, increíble, que tiene champeta y cientos por el estilo; han rodado varias cabezas por su huida. No se si será delincuente; pero el que si lo es, sin duda, es ‘Santrich’ cuya fuga fue mucho mas elaborada, terminó con su regreso a las armas acompañado de sus compinches, no hubo destituciones por su escape y, por ser “exguerrillero”, mereció solo una parte de los espacios dedicados a Merlano.

Charra la CSJ, que nada tiene de corte, ni de suprema ni de justicia, por armar un sainete en época preelectoral al expresidente Álvaro Uribe orquestado tras bambalinas por un sujeto despreciable, conocido como ‘el sucio’, desempeñado la tarea de rastreador de falsos testigos fáciles de convencer tras jugosas ofertas de reducción de penas, tratamiento especial, y, hasta posibles dádivas monetarias aprendidas de Santos, directamente interesado en encarcelar a Uribe para quitárselo de encima. La defensa de las instituciones por parte del senador a los mamertos estorba.

Charra esa misma corte que no ha logrado poner de acuerdo los chicos malos, que son mayoría, y los pocos dignos que la integran para llenar sus vacantes y buscar desaparecer la desconfianza que los colombianos le ubican en un 93%. Esto ha impedido al presidente presentar la terna para fiscal y mantiene la Fiscalía en la interinidad que a muchos conviene.

Charro el partido Farc que solo dos años después, cuando al fin la JEP excluyó de su protección a ‘Marquez’, ‘Romaña’ y el ‘Paisa’, ahora los expulsa del partido. El proceder de los bandidos “desaparecidos” y el silencio fariano generaron la duda de si las disidencias eran reales o se trataba de un brazo armado clandestino.

Charro no romper relaciones con Cuba por negarse a entregar los guerrilleros del Eln allí refugiados y orquestar solapadamente la toma del poder por la izquierda radical a través del temible G2.

El Rincón de Dios

“La ingratitud duele muy hondo, nos libre Dios de padecerla, libre a nuestra historia del horror de los ingratos que prefieren alabar a quienes fueron sus verdugos, o que terminan odiando a quienes más les han servido y persiguiendo a quienes les han servido de puerto seguro en las más duras tormentas.” Padre Diego Uribe C.

@rafuribe

Publicado: octubre 18 de 2019