Apoyo de EEUU al proceso de paz no es irrestricto

Apoyo de EEUU al proceso de paz no es irrestricto

El pasado 27 de abril, por iniciativa del veterano senador demócrata por el Estado de Maryland, Benjamin Cardin, el comité de relaciones exteriores del Senado de los Estados Unidos aprobó la resolución S.Res.368 de respaldo al proceso de paz que se adelanta en Colombia.

De acuerdo con el texto de dicha resolución, los legisladores norteamericanos reafirmaron su apoyo al esfuerzo de paz del presidente Santos por “ponerle fin al conflicto armado interno de Colombia”, a la vez que ratifica el compromiso del Senado con las víctimas.

Lo que no se ha dicho en Colombia, es que esa misma resolución, textualmente dice que “se urge a las partes en negociación que tengan en cuenta que los responsables por la comisión de violaciones serias a los Derechos Humanos sean castigadas de manera apropiada”.

Así mismo, la resolución en comento, le ordena al Departamento de Estado de los Estados Unidos desarrollar una estrategia que asegure la exitosa implementación de un acuerdo de paz que “sea validado por el pueblo colombiano”. Aquello significa que para los legisladores norteamericanos, la legitimidad de los acuerdos a los que llegue el gobierno Santos con las Farc depende, exclusivamente, de la refrendación que de ellos se haga en las urnas por los ciudadanos.

La propuesta del senador Cardin, en la que condiciona el apoyo al proceso de paz a la existencia de castigos a los responsables de violaciones a los Derechos Humanos, no es solitaria.

Senador Benjamin Cardin (D), autor de la resolución de respaldo al proceso de paz,

pero que exige castigo efectivo a los violadores de los DDHH

Otras voces han sido aún más críticas del proceso de paz. La Congresista republicana por la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, ex presidenta del comité de relaciones exteriores de la cámara baja del Congreso, ha sido enfática al afirmar que los Estados Unidos se deben abstener de retirar a las Farc de la lista de terroristas, organización que está en dicha lista desde el 8 de octubre de 1997.

Ros-Lehtinen ha advertido que un acuerdo de paz con las Farc “es una amenaza para nuestra seguridad nacional porque las condiciones no son muy estrictas, ni debemos quitar a las Farc de la lista de grupos terroristas, ni debemos darle dinero a Colombia para implementar este plan de paz con las Farc”.

Por su parte, el senador y exprecandidato a la presidencia republicano, Marco Rubio, frente a la posibilidad de que Barack Obama le conceda perdón a alias “Simón Trinidad” (ver: ¿Indultará Obama a Trinidad?) desde el primer momento ha exigido que su país “no ofrezca o acepte que algún miembro de las Farc actualmente encarcelado en los Estados Unidos sea liberado. Estados Unidos seguirá persiguiendo a aquellos individuos que están siendo buscados por la violación de leyes norteamericanas”. Así mismo, demandó que el enviado especial de la Casa Blanca ante la mesa de La Habana le “entregue informes periódicos al Congreso sobre el desarrollo de las negociaciones entre el gobierno de Colombia y las Farc y el impacto de éstas sobre la seguridad nacional de los Estados Unidos”.

Desde 1997, las Farc están en la lista de terroristas del Departamento de Estado de los Estados Unidos

Illeana Ros-Lehtinen y Marco Rubio (R), congresistas que han criticado duramente el proceso de paz con las Farc

Aunque no ha hecho ninguna referencia directa al proceso de paz con las Farc, el seguro candidato del partido republicano a la presidencia, Donald Trump, a lo largo de la campaña presidencial ha mantenido un discurso radical respecto del terrorismo: “yo solo puedo solucionar ese problema”. “Voy a acabarlos, voy a golpearlos tan fuerte como nunca nadie los ha golpeado en el pasado”, ha dicho para referirse al denominado Estado Islámico.

Si bien es cierto que el gobierno de Obama ha ofrecido un respaldo absoluto al proceso de paz de Santos, no menos lo es que en 7 meses la Casa Blanca tendrá un nuevo inquilino y el Congreso, de acuerdo con las encuestas, reafirmará sus mayorías republicanas, con lo que el nivel de apoyo a los acuerdos de La Habana con las Farc no será tan amplio como el presidente de Colombia anhela.

@IrreverentesCol