América Latina en emergencia fiscal

América Latina en emergencia fiscal

De acuerdo con el informe macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 2021, las previsiones fiscales para América Latina respecto del déficit de los gobiernos son muy bajas, el endurecimiento de las condiciones fiscales ha llevado a replantear a nivel general la puesta en marcha de reformas fiscales para “sobrevivir” la crisis ocasionada por la pandemia y establecer escenarios futuros de lenta pero segura recuperación.

Es así, como Colombia no es el único país que alista una reforma fiscal, México, Chile, Brasil, Perú, Argentina, y la gran mayoría de la región no tienen otra salida mas que replantear el recaudo fiscal para mantenerse a flote. La base de crecimiento económico proyectado para la región en el escenario positivo nos dice que vamos a crecer al 4.0% y en un escenario negativo tan solo lograríamos un 0.5%, sin embargo, las previsiones más sutiles apuntan al 3.2% como tasa de crecimiento del PIB en Latinoamérica, después de caer al -7.3% cifra que no se veía desde 1821 cuando iniciaron los registros. 

Ahora bien, las necesidades de gasto para 2021, crecen en todos los países de la región en alrededor del 8.7% del PIB representadas solo en sostenimiento de emergencia, con lo cual no queda holgura para otras inversiones de carácter productivo, limitando el espacio fiscal hacia un presión de gasto social de primera necesidad, el problema es que dependemos de las economías a nivel agregado para poder crecer, de lo contrario estaríamos en un cuello de botella donde el sector productivo poco puede hacer en ausencia de inversión y buenas tasas de crecimiento.

Con todo ello, y en el caso colombiano, de acuerdo con el plan financiero de 2021, presentado por el Ministerio de Hacienda, tenemos necesidades de financiamiento por $ 132.1 billones, de los cuales, $ 94.7 billones corresponden a déficit del GNC, $ 18.6 billones amortizaciones, y pago de obligaciones por $ 8.5 billones, es decir tenemos que cubrir el 11.1% del PIB solo este año, en consecuencia, se estima que la deuda bruta del GNC se ubique en 65.2% del PIB y, la deuda neta en el 63.5% del PIB. El nivel general de déficit del gobierno alcanzaría el 9.0% del PIB este año.

Respecto del recaudo tributario del Gobierno Nacional Central, se espera el equivalente al 13.5% del PIB es decir, $ 147.6 billones sumando las fuentes de no tributarios, fondos especiales, recursos de capital, rendimientos financieros, excedentes y reintegros, tenemos unos ingresos brutos por $ 173.1 billones y gastos por $ 267.8 billones, lo que nos pone en un aprieto de 94.7 billones, sumado a un riesgo de caja que significa que el GNC tendría recursos asegurados por 2 meses ante lo cual debe salir a buscar nuevo financiamiento en los mercados internacionales.

Las cifras nos dan un panorama de emergencia fiscal al cual gobierno debe hacer frente en el tercer país con mayor población en América Latina, después de México y Brasil, en estas circunstancias, uno de los esfuerzos mas sobresalientes del GNC ha sido la expansión de la inversión en un 66.7% a través del programa de recuperación económica.

Demostrar la capacidad del Gasto del GNC corresponde al análisis del marco fiscal de Mediano Plazo, el entorno de gasto del Plan Financiero y por supuesto el Marco de Gato de Mediano Plazo, y de ahí, tender el puente hacia la comparación con el resto de los países latinoamericanos cuya necesidad de recursos esta entre el 8.7% y el 12.3% del PIB para sostenerse hasta 2023, año en el que la recuperación empieza alcanzaría la tendencia ascendente hasta 2029 como se proyecta.

Finalmente, lo que aquí se expone es un breve panorama de por qué la emergencia fiscal azota al continente, no en vano, las recomendaciones del BID, FMI y la OCDE para llegar a consensos de estabilización macroeconómica, no solo de corto plazo, sino mirando un horizonte de 10 años adelante, pregúntense, que ocurriría si este gobierno no asume la responsabilidad de controlar la brecha del crecimiento a través de una reforma fiscal y por el contrario deja todo al nuevo gobierno que iniciaría en 2024, con total seguridad su balance fiscal estaría desbordado.

En síntesis, la mayoría (si no todos) de los países de la región convergerán a las reformas fiscales como única herramienta para sobrevivir, de manera que Colombia no es el único país que lo este haciendo, hay que garantizar la estabilidad de todos los colombianos.

Todo flujo de gasto social e inversión productiva necesita una fuente de recursos, lo que hay que pensar en esta reforma fiscal que se aproxima es converger a los principios de progresividad y equidad. Nunca, el país, asumió una crisis tan grande.

@CIROARAMIREZ

Publicado: abril 9 de 2021