A enfrentar a la coalición santista y al socialcomunismo petrista

A enfrentar a la coalición santista y al socialcomunismo petrista

Promovida por Humberto De la Calle -santista- , se selló la alianza denominada ‘coalición centro esperanza’ en la que Alejandro Gaviria -santista-, competirá por la candidatura presidencial con Sergio Fajardo -santista-, Juan Manuel Galán -santista-, Juan Fernando Cristo -santista- y los izquierdistas Jorge Robledo y Carlos Amaya en una consulta que tendrá lugar en marzo del año entrante concomitantemente con las elecciones de Congreso. 

Del abanico de precandidatos afectos a Juan Manuel Santos, el único que no se sumó a esa coalición es el cuestionado exministro de Hacienda y expresidente de ‘Ecopetrol’ Juan Carlos Echeverri quien, como caballo de Troya se incrustó en el grupo en el que están Fico Gutiérrez, David Barguil, Peñalosa y Dilian Francisca Toro. En resumen, Santos tiene fichas en todos los tableros. 

Las próximas encuestas serán esclarecedoras. Con la designación del candidato del Centro Democrático, habrá que ver cuál será el comportamiento de Zuluaga en los sondeos de opinión. Es previsible que el grueso de simpatizantes del uribismo se sumen a él, aunque hay muchos seguidores de la senadora Cabal que públicamente han expresado que apoyarán a otros candidatos de centro-derecha. El favorecido sería Fico Gutiérrez. 

Esta campaña presidencial será una confrontación de bloques ideológicos. El socialcomunismo encabezado por Petro, la coalición santista que se consolidó en las últimas horas y el grupo de centro-derecha. El único que corre solo es el exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández quien, a pesar de los muchos escándalos en los que él y su hijo están involucrados, insiste en presentarse como el outsider que enarbola las banderas de la lucha contra la corrupción. El diablo haciendo ostias. 

Durante la tercera convención nacional del Centro Democrático, el presidente Uribe envió un mensaje que no puede ser desoído en el sentido de que lo que está en juego en 2022 no es el poder político sino la supervivencia de la democracia colombiana, asediada por lo que él ha denominado neocomunismo. 

En palabras del exmandatario colombiano, “el camino del odio de clases no es el nuestro; el de la economía fraterna es el nuestro. El camino de la destrucción de la riqueza no es el nuestro so pretexto de distribuir no es el nuestro porque se agota muy rápido aquello que se puede distribuir y conduce a todo el mundo a la miseria. El nuestro es el de construcción de riqueza y simultáneamente construcción de equidad… Los problemas de los países neocomunistas no son solamente de ellos; también son problemas de nosotros los demócratas. Cuando los modelos democráticos no resuelven problemas a tiempo, no superan pobreza, no construyen equidad, esos modelos democráticos fatigan, cansan y llevan a los ciudadanos desesperadamente a buscar las soluciones comunistas o populistas. Por eso, nosotros tenemos el deber de contribuir para que Colombia tenga ese desempeño de excelencia en nuestros valores, a fin de que Colombia sea un espejo que miren los neocomunistas y digan: ‘Colombia es un país a imitar’”.

Lo cierto que, a la amenaza de la extrema izquierda, a Colombia se le suma la del santismo corrupto que tanto daño ha hecho. No se puede pasar por alto el saqueo a las arcas públicas, la entrega del Estado de Derecho a un grupo terrorista, la corrupción a la justicia y otros crímenes que se cometieron durante el régimen de Juan Manuel Santos que ahora busca la recuperación de la presidencia de la República a través de la coalición que se selló bajo la tutela del inefable Humberto de la Calle. 

@IrreverentesCol

Publicado: noviembre 30 de 2021

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