La «bacrim» judicial

La «bacrim» judicial

El abogado que fue capturado con el fiscal anticorrupción Moreno, trabaja en la firma del primo del exgobernador Alejandro Lyons.

Producida la captura de Gustavo Moreno, quien fungía como director de la unidad anticorrupción de la fiscalía, surge un interrogante obvio: ¿Quién sigue?

Para nadie es un secreto que el doctor Néstor Humberto Martínez está adelantando una profunda limpieza al interior de la fiscalía, luego de años en los que la corrupción se enquistó en ese organismo, fenómeno que se agudizó durante la cuestionada administración de Eduardo Montealegre y Jorge Fernando Perdomo.

Sobre Gustavo Moreno siempre hubo interrogantes a pesar de que durante algunos años, muchos llegaron a presentarlo como un genio y una promesa del derecho penal.

Cuando escribió su libro El falso testimonio, distintas personalidades lucharon por hacer la presentación del mismo.

Por ejemplo, en la ciudad de Cartagena, Juan Gossain hizo una estupenda exposición de la obra, en la que no ahorró elogios hacia el autor, quien hoy se encuentra recluido en un calabozo, a la espera de ser extraditado hacia los Estados Unidos.

Una Bacrim judicial

Los sobornos en la fiscalía han sido una constante que se agudizó durante la era Montealegre-Perdomo. Fiscales ubicados en los puestos más relevantes, se hicieron fabulosamente ricos moviendo procesos y cobrando exorbitantes sumas de dinero para enredar y archivar procesos.

El modus operandi era el siguiente: la persona investigada era contactada por un tercero que se encargaba de plantear el ilícito. Si éste accedía, se fijaban las reglas para los desembolsos, los cuales se hacían a través de oficinas de abogados que participaban en la cadena de corrupción. Entonces, el soborno se hacía pasar como pago por honorarios profesionales.

Llama la atención que en la acusación hecha en los Estados Unidos, se mencione al joven abogado Leonardo Luis Pinilla, quien fue la persona que junto a Moreno, recibió el soborno en la ciudad de Miami, presumiblemente de manos del exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons.

Todo indica que la persona que delató la trama de corrupción y que está sirviendo como fuente de la justicia estadounidense, sea Lyons quien como se sabe se desplazó a la ciudad de Miami, cuando supo que le serían imputados 20 cargos, todos por corrupción.

LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que el abogado Leonardo Luis Pinilla trabaja en la firma de abogados que tiene en Montería el señor Luis Ignacio Lyons, primo del exgobernador de Córdoba.

Ese detalle, es en extremo revelador, pues demostraría que en este caso se implementó el mismo mecanismo para tramitar los sobornos, es decir, a través de abogados corruptos y qué mejor manera para hacerlo que utilizando a la firma de un pariente del investigado.

Moreno, otrora aplaudido y exaltado como una promesa para la Patria, ahora ha quedado solo. Sus antiguos compinches le darán la espalda y lo repudiarán.

Por el bien y la dignidad de la justicia colombiana, Moreno debe reflexionar en la soledad de su celda y revelarle a Colombia la totalidad de los nombres de quienes hacen parte de esa vergonzosa Bacrim judicial de la que él es piedra angular.

@IrreverentesCol

Publicado: junio 27 de 2017